ENTREVISTA CON… Diego Álvarez, David Pardo y Alejandro González

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“Somos ingenieros disidentes y feministas: Con nuestro trabajo queremos conseguir desterrar la idea de que la desigualdad es una herencia que tiene que pasar de generación en generación.”

Si queréis oír el capítulo de ARES Podcast dedicado a estos ingenieros, clicad aquí.

Miren Gutiérrez y Asier Leoz[1]

Diego Álvarez, David Pardo y Alejandro González son ingenieros y trabajan en la Universidad Politécnica de Valencia. Diego es doctor en Comunicación Audiovisual y Máster en Políticas y Procesos de Desarrollo por la UPV. En esa misma universidad, donde Diego es profesor titular, David y Alejandro se están doctorando en Comunicación Audiovisual. A los tres les preocupa el papel de los medios de comunicación y su influencia en generar discriminación. Tres ingenieros que podrían estar ganando mucho dinero en el sector privado, desarrollando soluciones tecnológicas, pero que han decidido dedicarse a investigación…

¿Son ingenieros disidentes, tal vez?

David: Contentos de ser disidentes. A la ingeniería se le presuponen determinadas cosas. Bueno, somos disidentes, pero la verdad es que estamos muy a gusto con la labor que hacemos fuera de la universidad o de nuestra naturaleza ingenieril.

Alejandro: Me parece muy interesante ver que no solamente nos quedamos en la parte que se le presume a la ingeniería o en asumir que se vamos a acabar en este tipo de sector, en este tipo de trabajo… Sin embargo, vemos que, adoptando perspectivas sociales, el mundo se abre. En este sentido, nos hemos encontrado las puertas abiertas a un espacio que hacemos nuestro porque creemos en lo que hacemos y porque podemos aportar nuestra experiencia profesional. Disidentes y orgullosos de ello.

Promovéis y ponéis en práctica la investigación en torno a la igualdad de las mujeres. ¿Qué es lo que os motiva?

Diego: Bueno, porque en realidad somos hombres feministas y porque el feminismo promueve que hombres y mujeres seamos iguales. Entendemos que no se puede no ser feminista. A partir de ahí, uno no se pone feminista cuando sale de trabajar, sino que uno es feminista 24 horas al día, siete días a la semana. Por lo tanto, abandonar esas ideas simplemente por cuestiones laborales es un poco mezquino. Aparte es que somos gente muy afortunada porque nosotros podemos hacer de nuestro trabajo una herramienta de transformación social. A partir de ahí, siendo los problemas que enfrenta el mundo tremendamente complicado, entendemos que la investigación es el elemento que puede ayudar a aportar el conocimiento necesario para empezar a revertir situaciones que hasta ahora se dan. Como la desigualdad ha calado tanto en las sociedades actuales, da la sensación de que es un hecho, que es una maldición que tenemos que soportar. Nosotros firmemente estamos convencidos de que con nuestro trabajo lo que vamos a conseguir es desterrar la idea de que la desigualdad es una herencia que tiene que pasar de generación en generación. Queremos empezar a ser la generación que haga que la desigualdad quede atrás, que no sea un legado para las generaciones que están por venir.

Hemos pedido a una inteligencia artificial que genere una imagen con la frase “falta de igualdad para las mujeres en la ingeniería”.

¿Cuántas mujeres había en vuestra clase cuando estudiabais ingeniería?

David: En nuestra época de cuando estudiábamos en la Escuela Universitaria de Informática, en la Universidad Politécnica de Valencia, creo que compañeras se podían contar con los dedos de una mano.

Alejandro: En mi caso, había cuatro mujeres, mientras que éramos alrededor de 120 hombres. Diego, que ha estado mucho tiempo como profesor de informática, puede explicar mejor cómo ha ido evolucionando esto.

Yo acabé la carrera sin haber oído hablar de una sola mujer en el mundo de la ingeniería informática, cuando tenemos personas como Ada Lovelace, que son significativas en el desarrollo de la informática conforme la conocemos hoy en día.

Diego: Bueno, en realidad la escuela de Informática, en la UPV, es la escuela que menos cantidad de alumnas tiene. Estamos hablando de una alumna por cada nueve alumnos. Y respecto a cuando estudiábamos, pues solo que tuviéramos pocas compañeras, sino que, además, si la memoria no me falla, yo acabé la carrera sin haber oído hablar de una sola mujer en el mundo de la ingeniería informática, cuando tenemos personas como Ada Lovelace, que son significativas en el desarrollo de la informática conforme la conocemos hoy en día. Y eso es con lo que vivimos.

Ada Lovelace (1815-1852), según wombo.art. Lovelace publicó el primer algoritmo destinado a ser utilizado por una máquina de la historia.

Son pocas, pero hay mujeres que trabajan en ingeniería e informática y sin embargo sabemos poco de ellas. ¿Hay un ocultamiento?

Diego: La invisibilización claramente es el fenómeno que se daba y lamentablemente se sigue dando.

Alejandro: Igual, y eso que yo soy de algunas generaciones más jóvenes…

David: Habla en plural… (risas)

Alejandro: En plural; lo siento… Pero es que yo me gradué en 2016 y, si no recuerdo mal, estamos en la mismas. De hecho, creo que de las cuatro mujeres que empezaron terminaron solo dos. No solamente el problema es que hay pocas mujeres, sino que las pocas que hay probablemente no se sienten motivadas o no se siente incluidas. Hay un poquito de abandono. Es triste.

Vosotros usáis algoritmos para estudiar cómo se comportan los medios, desde las noticias a los vídeos musicales. ¿Qué es lo más relevante que habéis ido encontrando en vuestras investigaciones sobre los medios? ¿Hay quizá algo inesperado en estos estudios de los medios de comunicación?

Diego: Esa es una buena pregunta. Bueno, lo primero es contextualizar el estudio de los medios de comunicación. Considerando los medios de comunicación como elementos que pueden favorecer la toma de conciencia por parte de la ciudadanía, entonces, que los medios de comunicación abdiquen de su papel de favorecer que la ciudadanía sea más consciente de la realidad en la que vive, que, en este caso, es una realidad marcada por la desigualdad, ya supone un problema. En nuestro trabajo lo que se intenta es incidir en revisar el papel que están desempeñando los medios a través de los contenidos que publican y cómo los publican con la idea de aflorar esa dejación que están realizando en su labor, que debería ser la de favorecer la toma de conciencia, un elemento fundamental del empoderamiento de la ciudadanía.

Hablemos de las elecciones autonómicas de Madrid, un proceso electoral que contó con tres candidatas y tres candidatos: Ángel Gabilondo (PSOE), Edmundo Bal (Ciudadanos), Isabel Díaz Ayuso (PP), Mónica García (Más Madrid), Pablo Iglesias (Podemos) y Rocío Monasterio (Vox). ¿Nos podéis poner algún ejemplo de alguna cosa que habéis descubierto o que se ha llamado la atención de la cobertura de las mujeres candidatas?

Diego: Podemos hablar de las hipótesis que tenemos. Ahora estamos en un proyecto en el que estamos analizando la cobertura electoral que hicieron televisiones nacionales, es decir La Sexta, Antena 3, Televisión Española y Telecinco, de las elecciones de 2021 en la Comunidad de Madrid. Podemos decir que tenemos la suerte de que este proceso electoral contó con tres candidatas y tres candidatos, con lo cual, lo que vamos a hacer es comparar cómo fue esa cobertura. ¿Por qué? Porque no es que sospechemos que aparecieran más los hombres que las mujeres. Queremos poner el acento en si hubo diferencias en la forma en la que se mostró a las mujeres y la forma en la que se mostró a los hombres durante estas coberturas. El demonio está en los detalles. Quizá es el lenguaje audiovisual que se empleó lo que trasladó una idea de cómo es una persona, en este caso, las candidatas frente a los candidatos. Digamos que ahora tenemos las herramientas gracias al trabajo que aporta Alejandro de poner algoritmos y máquinas para analizar este contenido a ese nivel de detalle; es decir, saber si el lenguaje audiovisual es el mismo para hombres que para mujeres.

¿Y qué aportan las máquinas? Porque antes esto se hacía ojímetro, o sea, te ponías a mirar y veías cuántas veces aparecen y cómo se les preguntaba y qué tipo de preguntas se les hacían… Pero ¿cómo las máquinas que pueden aportar en este análisis?

Alejandro: Hasta ahora el problema en este ámbito ha sido que tenemos una ingente cantidad de datos. Entonces tenemos que ser capaces de poder obtener resultados de una forma primero fiable, lo más importante y segundo, de una forma fácil, ya que tenemos el tiempo limitado. Creo personalmente que estas nuevas tecnologías digitales que están en boga, hablamos de deep learning o de inteligencia artificial, son un poco como estas palabras. Nos quedan un poco abstractos porque pensamos que hay una especie de cerebro montado en un ordenador, cosa que no es así. Pero lo que sí es cierto es que, gracias a estos nuevos algoritmos y métodos, somos capaces de tener una máquina que “entre comillas”, es capaz de ingerir esta cantidad ingente de datos y generar resultados de forma bastante objetiva. Sí que es cierto que hay que ir con cautela, porque la objetividad de las máquinas está en tela de juicio. Pero creemos que puede aportar mucho valor, ya que puede hacer ese trabajo de forma más sencilla y, sobre todo, nos facilita también a nosotros el tiempo que podemos dedicar a esto versus otro tipo de cosas que son más interesantes.

Pero ¿podrías poner un ejemplo de una cosa que es capaz de analizar una máquina?

Alejandro: Sí. Por ejemplo, algo que a mí me parece bastante curioso es, por ejemplo, el poder identificar en qué postura o en qué posición aparece en un encuadre una persona. En este caso, podemos teorizar con que a lo mejor las mujeres no se presentan en las mismas posturas o posiciones que los hombres. Ese tipo de análisis, sobre las posturas que adoptan unas y otros, nos parece muy interesante y hemos visto que hay modelos algorítmicos que nos permiten identificarlas.

Diego: Alguien podría pensar que estamos exagerando. Pero la aportación que hace al equipo David es sus conocimientos sobre la construcción de personajes en la cultura y el cine a través del lenguaje audiovisual.

Factores como los tipos de planos que se utilizan, la situación de los personajes, con quién o alrededor de quien aparecen no son casuales y determinan cómo se construye un personaje.

David: Sí, efectivamente, factores como los tipos de planos que se utilizan, la situación de los personajes, con quién o alrededor de quien aparecen no son casuales y determinan cómo se construye un personaje. Trasladado a la cobertura televisiva, estos elementos definen cómo una candidata o candidato puede darnos una sensación al electorado, cómo un plano les puede inducir o provocar ciertos efectos, incluso cambiar su parecer y, al final, su voto.

Diego: Así se puede trasladar la idea de que es una persona es fuerte o débil. Por ejemplo, si yo en los cortes en los que hago la cobertura electoral, muestro a Isabel Díaz Ayuso siempre rodeada de gente que se sitúa detrás de ella y aplaudiendo., no es lo mismo que si la saco sola, subiendo por una cuesta, lo que se podría interpretar con que no cuenta con apoyos. Somos conscientes de que los medios son necesarios, pero no suficientes para provocar el efecto de que alguien cambie su sentido del voto. Pero se puede construir un relato visual en torno a la figura política para influir a las personas a la hora de depositar un voto. Es decir, no son la condición suficiente, pero sí necesaria en esa construcción de la imagen de un personaje político.

Cuando se habla de la construcción de una imagen de candidata, salta inmediatamente a la memoria la figura de Hillary Clinton, que fue masacrada en la cobertura de las elecciones de 2016 en EEUU. Fue en muchos casos una cobertura misógina; se le criticaba que tenía la voz desagradable, aguda, que recordaba a los maridos que tenían que sacar la basura… En las tertulias televisivas, los participantes decían unas cosas tremendas. ¿Llegamos a ese tipo de coberturas de las figuras políticas femeninas en España?

Diego: En los programas informativos de televisión que estamos estudiando, no. Digamos que todavía hay unos límites que la deontología promueve y que no van a acercarse a eso. La misoginia hay que estudiarla en editoriales, más en la prensa escrita. Nosotros, como parte del equipo ARES[2], nos ocupamos más del lenguaje audiovisual como elemento que es capaz de crear o recrear la imagen de un personaje político.

¿Cómo estas figuras crean sus personas públicas a través del enmarcado? ¿Qué tipo de estrategias siguen las políticas para enmarcar su persona pública?

Diego: Aquí hay como una lucha entre dos bandos: está el bando periodista que quiere construir su relato y el partido político que quiere construir el suyo. Claro, como política, lo que podemos hacer es diseñar el acto de tal manera que me da igual desde donde pongas tu tiro de cámara, que el personaje no va a aparecer solo nunca. Entonces sí que puedo condicionar el margen en el que tú, como periodista, construyes el marco. A partir de ahí, pues la teoría del montaje de la que David nos podría hablar es maravillosa, porque luego tú con las imágenes puedes contar un relato diferente al que se ha dado en la realidad. Pero es cierto que los partidos políticos se esfuerzan en limitar la capacidad de enmarcado que tiene la prensa.

Alejandro: El trabajo de la cineasta Leni Riefenstahl para (Adolf) Hitler fue luego un referente en el tipo de planos que utilizó, la cantidad de cámaras que utilizó, todo ese juego de movimientos y técnicas de cine que utilizó. Digamos que ahí hay unas referencias que pueden ser utilizadas como ejemplos de cómo se construye la figura de jun líder.

Leni Riefenstahl (1902-2003), según wombo.art. Riefenstahl dirigió para el partido de Adolf Hitler El triunfo de la voluntad (Triumph des Willens, 1934), considerada entre las películas propagandísticas técnicamente más innovadoras de la historia.

Pero ¿hay encuadres o planos machistas?

Diego: Sí que hay planos machistas. O sea, hay imágenes machistas de por sí, claro. Hay un caso que no es de este proceso electoral (de las elecciones de Madrid de 2021), pero es bastante curioso y es el movimiento que suele hacer la cámara sobre los cuerpos de las mujeres. Es poco habitual que alguien vea el recorrido del cuerpo de un hombre en primer plano, pero no es tan raro que veamos ese movimiento de cámara en una mujer. Pensamos que cuando menos hay un trato diferente. No se puede aislar un plano solo y decir que es machista, pero si el movimiento de una cámara o un plano se repiten, habrá cosas que podamos decir. Esa es la aportación del tratamiento automatizado con algoritmos: ahora el volumen de información ya no nos va a condicionar. Es cierto que tardaremos un tiempo en que las máquinas sustituyan o tengan el mismo nivel de precisión que tiene el análisis humano, pero ahora podremos ver todo el contexto, no solo un plano. Entonces, sacar a una mujer en un primer plano no dice mucho, pero si siempre se repite ese patrón, habrá que mirarlo.

Es poco habitual que alguien vea el recorrido del cuerpo de un hombre en primer plano, pero no es tan raro que veamos ese movimiento de cámara en una mujer.

En cuanto al lenguaje textual, ¿qué habéis encontrado de llamativo?

Diego: Ese es el nuevo proyecto en el que estamos ahora; vamos a abordar más el análisis computarizado de texto. Hasta ahora estábamos más centrados en la parte audiovisual y lo que queremos estudiar son expresiones escritas referidas a mujeres políticas que muchas veces están basadas en el estereotipo, en sus atributos físicos, relación a cómo van vestidas o cuál es su estado civil. Cuando se habla de personajes masculinos, estos atributos suelen desaparecer. Por ejemplo, los medios de comunicación televisiva han descubierto en la rotulación de las imágenes un elemento muy poderoso. Entonces sería muy interesante analizar esto sistemáticamente. Queremos emprender un estudio de la rotulación, porque ese destacado tiene mucho impacto y está demostrado que te puede condicionar en la forma en la que tú interpretas las imágenes. Entonces, aunque vivimos en un mundo muy audiovisual, ese elemento textual puede condicionar el audiovisual y es súper interesante.

TERMINA—

Si queréis oír el capítulo de ARES Podcast dedicado a estos ingenieros, clicad aquí.

[1] Basada en extractos de una entrevista para Deusto Irratia-ARES

[2] Otros equipos de ARES se dedican a desenmascarar la misoginia en los textos.

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